Tradicionalmente, en España el sistema de salud público ha sido (y sigue siendo) mayoritario. Este ofrece cobertura sanitaria a todos los ciudadanos y está considerado uno de los mejores del mundo. el seguro privado de salud también está ganando adeptos en los últimos años.
No obstante, factores como la mayor importancia que se concede en la actualidad al bienestar y a la imagen personal, unido a la falta de recursos de la sanidad pública, hacen que la sanidad privada esté en auge en España.
Más de 12,5 millones de españoles cuentan con un seguro de salud, una clientela que ha crecido bastante en tiempos de pandemia.
¿Cuáles son las ventajas de un seguro privado?
Entre sus ventajas, los expertos citan:
- Rapidez con la que atienden a los pacientes
- Menores o, en ocasiones, inexistentes listas de espera
- Prestación de servicios de valor añadido, como ofrecer habitaciones individuales, enviar las pruebas de informes rápidamente por correo, email o mensajes al móvil…
¿Cuáles son las modalidades de contratación más frecuentes?
Para acceder a la sanidad privada las entidades ofrecen tres tipos de seguros: los de asistencia sanitaria, reembolso de gastos y los seguros de subsidios e indemnizaciones.
Sus particularidades son las siguientes:
Seguros de asistencia sanitaria:
Son los más extendidos y demandados. Proporcionan al asegurado asistencia médica, hospitalaria y quirúrgica, en caso de enfermedad o accidente, a través de un cuadro médico de facultativos y centros asistenciales, clínicas y hospitales, con los que el asegurador ha suscrito un contrato de servicios.
La hospitalización es sin duda una de las coberturas diferenciales a la hora de segmentar la búsqueda del seguro de salud. Se trata de una garantía destacada que las aseguradoras tienen en cuenta en la definición del producto. Ahora pregúntate, ¿Qué importancia le otorgas tú a disponer de este servicio? Para poder decantarte te cuento en qué consiste.
Con hospitalización podrás quedarte ingresado en un centro hospitalario perteneciente al cuadro médico de la compañía siempre que te sea necesario, sin límite de días e independientemente de la causa de dicho ingreso (quirúrgico, pediátrico, maternidad…) A su vez, la aseguradora corre con todos los costes de dicho ingreso, como pueden ser los gastos de quirófano, anestesias, medicamentos o curas. Además, la hospitalización por lo general y salvo falta de disponibilidad se realiza siempre en habitación individual con aseo y cama de acompañante. Como “contra”, los seguros con hospitalización suelen ser más caros que los que no la incluyen.
Sin hospitalización tu seguro será más económico, pero se limitará a un uso de consultas, tratamientos y pruebas diagnosticas. Es decir, en caso de requerir una operación quirúrgica, un simple ingreso médico o asistencia por parto, deberás acudir a la sanidad pública, pero como te decía, a cambio el precio de tu seguro será más bajo.
Pólizas de reembolso:
Cada aseguradora cuenta con su propio cuadro médico, es decir, el listado de profesionales, especialistas y centros a los que puedes acudir con tu seguro. Pero, ¿qué ocurre si prefieres pasar consulta con un médico privado que se encuentra fuera de este listado? Pues que tendrás que asumir los costes de dicha consulta excepto, si tu seguro incluye reembolso.
Con reembolso la aseguradora te devuelve hasta el 90% de los gastos de la factura cuando acudas a un especialista que se encuentre fuera de su cuadro médico. Fruto de ello, el precio a pagar por tu seguro suele ser más elevando con respecto a una modalidad que prescinde del reembolso.
Sin reembolso tú asumes la totalidad de los gastos cuando acudas a un profesional que no pertenezca al cuadro médico de la compañía. Pero la realidad es que esta situación no es habitual, ya que por lo general el listado de centros y profesionales adheridos a la aseguradora suele ser muy amplio y satisface cualquier necesidad que puedas tener. Por ello, las modalidades sin reembolso son las más habituales.
La sanidad privada ofrece igualmente las denominadas pólizas de reembolso. Estos productos permiten elegir el médico que se desee para recibir la asistencia sanitaria. El cliente, en un primer paso, correrá a cargo de los gastos de los servicios que haya utilizado. Posteriormente, la compañía se compromete a sufragar el coste de la atención médica.
Los seguros de reembolso de gastos están concebidos para personas que desean elegir libremente a qué médico o centro sanitario acudir o que desean coberturas que van más allá de la medicina convencional.
Seguros de subsidios e indemnización.
La última modalidad de seguro de salud es la póliza de subsidios. Esta póliza no cubre mediante la asistencia sanitaria propiamente dicha, sino que concede una indemnización económica al cliente.
El copago en el seguro de salud
Por último, vamos a ver un elemento muy importante en los seguros de salud: el copago. ¿Qué posibilidades tenemos? Veamos:
Si eliges copago cada vez que hagas uso de determinados servicios asociados a tu seguro o pases consulta médica, tendrás que asumir una parte del coste de dicha cita. Por lo general, dicho importe a pagar suele ser poco elevado, ya que lo compartes con la aseguradora. A cambio de este acuerdo, la cuota fija de tu seguro será más barata. Por lo tanto, ¿cómo saber si te compensa contratar un seguro con copago? Plantéate cuántas veces has acudido al médico en el último año. Si has ido con poca frecuencia, esta opción es perfecta para contratar tu seguro a un precio más económico.
Si eliges sin copago solo pagarás la cuota anual fija de tu seguro, independientemente del uso que hagas del mismo o de las veces que vayas al médico. Con las modalidades sin copago el precio ya está cerrado y no dependerá de cuánto uses tu seguro. Sin duda es la opción ideal si asumes pagar un poco más de prima anual, pero a cambio sabes que tu aseguradora cubre de antemano el 100% del coste de los servicios.